El cielo más cerca, la tierra más presente
En las laderas donde se encuentran las sierras de Cazorla y Andújar, La Ballestera respira a 850 metros de altitud. No es un detalle menor: la altura cambia la manera en que la vid vive, y con ello la forma en que el vino emociona.
Cuando el sol aprieta durante el día, la uva acelera su maduración. Pero al caer la noche, la altura refresca el aire y ralentiza el proceso. Este contraste natural prolonga el ciclo de vida de cada racimo, permitiendo que piel, pulpa y pepita maduren en armonía. El resultado es un vino más equilibrado, complejo y con un carácter imposible de reproducir en tierras más bajas
¿Qué diferencia a un vino de altura?
Maduración lenta y precisa → La uva gana tiempo para concentrar aromas y taninos más redondos.
Mayor intensidad aromática → Los contrastes térmicos realzan la fruta negra, las notas especiadas y los matices minerales.
Estructura y frescura → El vino mantiene una acidez natural más viva, lo que asegura equilibrio y longevidad en botella.
Complejidad única → Cada vendimia refleja la paciencia de un territorio que obliga a la vid a esforzarse y dar lo mejor de sí.

La altitud como arte invisible
En La Ballestera, este fenómeno se convierte en un aliado silencioso. La viña, de apenas cuatro hectáreas, se cultiva con esmero artesanal, cuidando cada detalle como si fuera una obra de orfebrería. Cabernet Sauvignon, Syrah, Petit Verdot y Viognier encuentran aquí un hogar distinto, un paisaje que los moldea con delicadeza y carácter.
El vino que nace en estas alturas no solo se bebe: se contempla, se huele, se siente. Es el eco de un territorio que habla con voz propia.
Vinos que cuentan la altura
Los Tintos de Guarda y el Club de la Barrica revelan la fuerza y profundidad de estas condiciones extremas. En el Viognier, la altura aporta frescura y elegancia blanca, como un lienzo luminoso.
Cada botella es, en definitiva, la prueba de que cuando la tierra se eleva hacia el cielo, el vino se convierte en un arte más intenso, más profundo, más memorable.